Lo primero que hay que saber es que el adiestramiento y educación del perro debe comenzar lo antes posible, para no dar lugar a que adquiera malos hábitos. A la hora de adiestrar a un perro, conviene saber que son mucho más eficaces las órdenes cortas, preferiblemente de una sola sílaba, y que no lleven a confusión, es decir que no existan varias órdenes diferentes que se pronuncien de forma similar. Asimismo, no es conveniente incluir pronombres en las instrucciones (levántate, túmbate, etc.).
No obstante, conviene considerar la posibilidad de enviar a la mascota a un centro especializado en adiestramientodurante determinado periodo de tiempo, cuando el perro aún sea joven, con el fin de que allí le enseñen normas básicas de conducta que quedarán en su memoria toda la vida. Estas sesiones de educación se suelen llevar a cabo en presencia del dueño para que éste también aprenda a dar órdenes.
El perro tiene capacidad e inteligencia suficiente para asimilar numerosas órdenes e, incluso, para realizar muchos trucos. Sin embargo, existe una serie de instrucciones primarias o principales que son imprescindibles para la elemental educación del animal. La primera de ellas es que el perro acuda siempre a la llamada del sueño. Para ello se debe emplear siempre la misma palabra y las primeras ocasiones en que obedezca hay que premiarle para que tienda a repetir esa conducta.

En tercer lugar, cabe mencionar otras normas de conducta para facilitar ciertas situaciones, como el paseo. Para ello hay que acostumbrar al perro al collar y a la correa y hay que quitárselo inmediatamente después de finalizar el paseo para que lo asocie a éste. A medida que vaya pasando el tiempo, el animal se debe acostumbrar a caminar al lado de su amo y a no tirar de la correa.
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