martes, 5 de abril de 2011

Las cobayas o conejillo de indias

Foto de cobayas #1

Introducción:
Son mamíferos roedores de la familia de los cávidos, originarios del Perú, donde eran utilizados en la antigüedad en la alimentación de las poblaciones indígenas. De ahí su sobrenombre de“Conejillo de Indias”. En Europa fueron introducidos en el siglo XVI como animales de corral por su exquisita carne y actualmente se utilizan en gran escala cómo animal de laboratorio en investigaciones.
Las cobayas viven de 4 a 8 años.
Extremadamente dóciles y tímidos, son los roedores más buenos y pacientes, no muerden prácticamente nunca, aunque se les trate con poco cuidado. Por eso hay quienes los aconsejan como mascotas en lugar de los hámsters.
Llegan a reconocer a su cuidador si se les trata con cariño y responden con mimos a las caricias, de hecho, suelen solicitarlas. Son muy sociables y felices en grupo.
Como mascotas tienen muy pocos puntos desfavorables y muchos positivos: son resistentes y adaptables, su mantenimiento es barato, no hay prácticamente enfermedades que nos puedan trasmitir... El hecho de que sean menos frecuentes que los hámsters en nuestros hogares se debe a que el tamaño obliga a poner habitáculos mayores y también son más caros.
Descripción:
Sus dimensiones son ideales para ser manipuladas por niños: Miden de adultos unos 20-25 centímetros de longitud y su peso oscila de 350 gramos a un kilo (según razas).
Tienen el cuerpo alargado pero macizo y rechoncho, soportado por unas patas muy cortas, con cuatro dedos en las patas delanteras y tres en las traseras. Y carecen de cola.
Las orejas, cortas y anchas, se insertan en la parte superior de una cabeza mofletuda y están bien separadas por el cráneo.
De capas y colores variados, son muy bonitos y amistosos. Todos ellos deben ser cepillados con frecuencia, en especial en la apoca de muda. Variedades:
  • De pelo corto: con uno, dos o tres colores, con dibujos parecidos a los de los conejos.
  • De pelo largo: angora, peruanos...
  • De pelo áspero: abisinios con capas en muchos colores
Costumbres:
Son muy prolíficos, tranquilos, tímidos y fáciles de domesticar. Para cogerlos, hay que sujetarlos suave pero firmemente por los hombros, levantarlos y apoyar sus nalgas sobre la otra mano. Hay que cepillar frecuentemente a las cobayas de pelo largo.
A diferencia del hámster, se trata de un animal de hábitos diurnos y gregario, por lo que convive sin problemas con otros miembros de su especie e incluso con otras como los conejos.
Alojamiento:
Pueden vivir en conejeras (de madera resistente o de grueso vidrio),en jaulas de hámsters grandes o incluso en cajones. Los cobayas son menos resistentes que los conejos y hay que protegerlos de los elementos. Han de estar en un lugar tranquilo, impermeable y a la sombra, no toleran las corrientes de aire ni el calor ni la humedad muy alta ni el exceso de ruidos. En invierno conviene que no estén en el exterior.
Han de disponer de dos espacios diferenciados, uno grande y aireado donde vivir y hacer ejercicio durante el día, y otro seco y caliente para dormir por la noche. Los lechos pueden ser de heno, virutas de madera (seca y blanda) o musgo de turba. Mejor que no sean de paja o de virutas de madera verde o de pino, que podrían comerse y provocarles molestias digestivas. Las conejeras se deben limpiar muy bien una o dos veces por semana. Al limpiarlas, se debe quitar el lecho de paja sucia, limpiar los platos y el agua, y aprovechar para limpiar a los cobayas los cuartos traseros.
Alimentación:
Los cobayas son roedores típicos. Primero roen, luego mastican y luego tragan, y para ello desplazan la mandíbula adelante o atrás, cierran las mejillas, mueven los incisivos y los molares, todo ello controlado por una compleja serie de músculos.
Su comida, que hay que suministrarles dos veces al día, se puede mezclar con agua o leche. Su dieta puede consistir en concentrados (en papilla o bolitas) junto con frutas, verduras, hortalizas, zanahoria, hinojo, grano, heno y agua.
Son muy desordenados y tienden a volcar los platos y defecar y orinar en el agua y la comida, por lo que se recomienda administrar agua en botellas. Aunque coman muchos vegetales, siempre ha de tener agua a mano, que se le ha de cambiar varias veces por semana.
Los cobayas precisan especialmente de vitamina C, de otro modo contraerían el escorbuto. También necesitan vitamina E y K. Y mucho heno.
Enfermedades:
En líneas generales, sus enfermedades son bastante similares a las de hámsters o conejos, Suelen ser debidas a una mala alimentación: falta de heno, dietas mal equilibradas, alimentación poco variada o en mal estado.
Son especialmente sensibles a la falta de Vitamina C, debido a cuya carencia pierden peso y vitalidad. Si no reciben un tratamiento adecuado, esta carencia resulta mortal, por lo que es obligado acudir cuanto antes al veterinario. También son frecuentes los trastornos en los dientes, el excesivo crecimiento de las uñas y las diarreas. Las enfermedades de la piel suelen deberse a piojos, pulgas, ácaros u hongos. Para solucionarlo, hay que eliminar todo el lecho y desinfectar la jaula. Pueden presentar inflamaciones o úlceras en las patas cuando el piso de la jaula está áspero, húmedo o sucio. Son muy sensibles a cambios bruscos de temperatura o humedad, que les pueden provocar afecciones respiratorias.
Los cobayas no pueden tomar penicilina, ya que extrañamente es venenosa para ellos.
Reproducción y cría:
Las hembras son sexualmente maduras a las 6 semanas, aunque no se recomienda que críen hasta tener 13 semanas. Los machos son sexualmente activos a las 8 semanas.
La gestación dura 62 días de promedio. La cobaya gestante puede tener problemas si el heno es de mala calidad. El tamaño de las camadas es de 1 a 6 crías, siendo el promedio de 4. Las crías al nacer ya están cubiertas de pelo, sus orejas y ojos ya están abiertos. Pasada una hora ya empiezan a corretear, y diez días después ya pueden comer comida sólida. Aunque no les separaremos de su madre hasta pasados un mínimo de 20 días.
Para criar se recomienda calor. Si la temperatura no supera los 13 ºC, las crías no se desarrollan bien. Por otro lado, una temperatura superior a los 32 ºC puede resultarles fatal, sobre todo a las hembras gestantes.

sábado, 2 de abril de 2011

Peces: Consejos para principiantes

 peces acuario Cómo cuidar a tus peces

Los acuarios no son únicamente recipientes donde contener peces y plantas, son un pequeño ecosistema donde sustrato, agua, animales, vegetales y microorganismos se interrelacionan en un equilibrio frágil.
Para tener éxito como acuariófilo novato es necesario conocer cómo mantener ese equilibrio y para ello se da aquí una guía básica.


Selección del acuario
A la hora de comprar un acuario hemos de tener claro qué tipo y cuántos peces van a instalarse en él. Como norma general se estima que el espacio necesario es de siete litros por centímetro de cuerpo de pez. No obstante debemos tener en cuenta que un acuario grande es un acuario más estable y no se recomienda adquirir receptáculos de menos de 80 litros para agua dulce tropical ni de menos de 150 litros para agua salada.
A día de hoy se pueden encontrar acuarios con distintas formas: hexagonales, redondos,… A pesar de todo, el rectangular sigue siendo la opción preferida debido a que su limpieza resulta más sencilla.
Tomadas esta decisiones y una vez en casa, ubicaremos el acuario en un lugar de temperatura estable expuesto a la luz indirecta del sol.


Instalación del acuario
Antes de adquirir los peces hemos preparar el acuario y pasar por un periodo de acondicionamiento del mismo.
Suponiendo que los equipos –filtros, calentador y luz- ya están instalados, el primer paso es la elección e introducción del sustrato. Dicho sustrato debe cumplir dos funciones: permitir el agarre de las plantas y aportarles los nutrientes que éstas necesiten. Para ello la mejor selección es gravilla con partículas de distintos tamaños pues, así se permite una buena aireación del suelo a la vez que se asegura una implantación firme de las raíces.
Antes de introducir en el acuario las partículas de gravilla han de lavarse bien con agua, evitando el uso de productos químicos, para asegurar la ausencia de sustancias nocivas sobre ellas. Finalmente, se rociarán con productos “activadores” que transformen este suelo inerte en un buen sustrato.
Si queremos incluir elementos decorativos de origen natural como piedras o troncos hemos de tener la misma precaución que con la gravilla y lavarlos concienzudamente. Su colocación, además de estética, ha de ser funcional, simulando refugios naturales para los peces.


El agua
La introducción del agua en el acuario debe preceder a la introducción de los peces en unas dos o tres semanas. Durante ese tiempo se formarán las colonias nitrificantes de bacterias en el filtro y se estabilizarán los parámetros fundamentales para conseguir un entorno idóneo para nuestras futuras mascotas.
Las propiedades físico-químicas más importantes a controlar son temperatura, dureza del agua, pH y nivel de carbonatos. Los valores más adecuados de todas ellas vendrán dados por las especies, tanto de peces como de plantas, que han de sobrevivir en esta agua y habrán de ser controlados periódicamente con instrumentos y tests específicos.
El mantenimiento que necesita un acuario se basa en tres pilares fundamentales:

- Cambio de agua a razón de una cuarta parte cada dos o tres semanas.
- Mantenimiento de la limpieza del filtro y cambios parciales periódicos.
- Limpieza del sustrato empleando un aspirador o limpiafondos.

Plantas
No podemos perder de vista que las plantas de un acuario también son seres vivos y, por tanto, necesitan un entorno idóneo para su supervivencia y crecimiento. Por ello hemos de elegir especies que sean compatibles con los peces con los que han de cohabitar, no sólo en lo referente a las propiedades del agua sino que también hemos de tener en cuenta los hábitos de dichos peces. Los peces que se alimentan de los microorganismos que crecen sobre las superficies vegetales pueden destrozar nuestro jardín acuático si no elegimos sabiamente las plantas que han de componerlo.
En cuanto a la colocación de los elementos vegetales, elegiremos plantas más altas para la parte posterior y plantas pequeñas o medianas para el resto del acuario creando así un espacio visualmente más atractivo.


Peces
La compra de los peces ha de hacerse de forma meditada. Ha de valorarse la compatibilidad de las especies elegidas y el número de ejemplares que pueden vivir cómodamente en el espacio del que disponemos. También hemos de asegurarnos de que adquirimos peces sanos pues, si portan alguna enfermedad la contagiarán a todos.
Al traer el pez a casa, introduciremos la bolsa en que lo transportamos en el acuario, esperando a que la temperatura del agua se iguale. Luego, cambiaremos, de tercio en tercio, el agua de la bolsa por la del acuario evitando así que, cuando soltemos el pez, el estrés causado por el cambio de condiciones ambientales pueda dañarlo.