sábado, 2 de abril de 2011

Peces: Consejos para principiantes

 peces acuario Cómo cuidar a tus peces

Los acuarios no son únicamente recipientes donde contener peces y plantas, son un pequeño ecosistema donde sustrato, agua, animales, vegetales y microorganismos se interrelacionan en un equilibrio frágil.
Para tener éxito como acuariófilo novato es necesario conocer cómo mantener ese equilibrio y para ello se da aquí una guía básica.


Selección del acuario
A la hora de comprar un acuario hemos de tener claro qué tipo y cuántos peces van a instalarse en él. Como norma general se estima que el espacio necesario es de siete litros por centímetro de cuerpo de pez. No obstante debemos tener en cuenta que un acuario grande es un acuario más estable y no se recomienda adquirir receptáculos de menos de 80 litros para agua dulce tropical ni de menos de 150 litros para agua salada.
A día de hoy se pueden encontrar acuarios con distintas formas: hexagonales, redondos,… A pesar de todo, el rectangular sigue siendo la opción preferida debido a que su limpieza resulta más sencilla.
Tomadas esta decisiones y una vez en casa, ubicaremos el acuario en un lugar de temperatura estable expuesto a la luz indirecta del sol.


Instalación del acuario
Antes de adquirir los peces hemos preparar el acuario y pasar por un periodo de acondicionamiento del mismo.
Suponiendo que los equipos –filtros, calentador y luz- ya están instalados, el primer paso es la elección e introducción del sustrato. Dicho sustrato debe cumplir dos funciones: permitir el agarre de las plantas y aportarles los nutrientes que éstas necesiten. Para ello la mejor selección es gravilla con partículas de distintos tamaños pues, así se permite una buena aireación del suelo a la vez que se asegura una implantación firme de las raíces.
Antes de introducir en el acuario las partículas de gravilla han de lavarse bien con agua, evitando el uso de productos químicos, para asegurar la ausencia de sustancias nocivas sobre ellas. Finalmente, se rociarán con productos “activadores” que transformen este suelo inerte en un buen sustrato.
Si queremos incluir elementos decorativos de origen natural como piedras o troncos hemos de tener la misma precaución que con la gravilla y lavarlos concienzudamente. Su colocación, además de estética, ha de ser funcional, simulando refugios naturales para los peces.


El agua
La introducción del agua en el acuario debe preceder a la introducción de los peces en unas dos o tres semanas. Durante ese tiempo se formarán las colonias nitrificantes de bacterias en el filtro y se estabilizarán los parámetros fundamentales para conseguir un entorno idóneo para nuestras futuras mascotas.
Las propiedades físico-químicas más importantes a controlar son temperatura, dureza del agua, pH y nivel de carbonatos. Los valores más adecuados de todas ellas vendrán dados por las especies, tanto de peces como de plantas, que han de sobrevivir en esta agua y habrán de ser controlados periódicamente con instrumentos y tests específicos.
El mantenimiento que necesita un acuario se basa en tres pilares fundamentales:

- Cambio de agua a razón de una cuarta parte cada dos o tres semanas.
- Mantenimiento de la limpieza del filtro y cambios parciales periódicos.
- Limpieza del sustrato empleando un aspirador o limpiafondos.

Plantas
No podemos perder de vista que las plantas de un acuario también son seres vivos y, por tanto, necesitan un entorno idóneo para su supervivencia y crecimiento. Por ello hemos de elegir especies que sean compatibles con los peces con los que han de cohabitar, no sólo en lo referente a las propiedades del agua sino que también hemos de tener en cuenta los hábitos de dichos peces. Los peces que se alimentan de los microorganismos que crecen sobre las superficies vegetales pueden destrozar nuestro jardín acuático si no elegimos sabiamente las plantas que han de componerlo.
En cuanto a la colocación de los elementos vegetales, elegiremos plantas más altas para la parte posterior y plantas pequeñas o medianas para el resto del acuario creando así un espacio visualmente más atractivo.


Peces
La compra de los peces ha de hacerse de forma meditada. Ha de valorarse la compatibilidad de las especies elegidas y el número de ejemplares que pueden vivir cómodamente en el espacio del que disponemos. También hemos de asegurarnos de que adquirimos peces sanos pues, si portan alguna enfermedad la contagiarán a todos.
Al traer el pez a casa, introduciremos la bolsa en que lo transportamos en el acuario, esperando a que la temperatura del agua se iguale. Luego, cambiaremos, de tercio en tercio, el agua de la bolsa por la del acuario evitando así que, cuando soltemos el pez, el estrés causado por el cambio de condiciones ambientales pueda dañarlo.

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