viernes, 8 de julio de 2011

Los conejos

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Introducción
Los conejos no son roedores, pero sí parientes cercanos. Son lagomorfos lepóridos, y comparten muchas características con los roedores, como los cuidados básicos o la alimentación, con la particularidad de que al ser mayores de tamaño, requieren jaulas más grandes y mayor limpieza.

Los roedores tienen sólo un par de incisivos superiores, mientras que los lagomorfos tienen dos pares. Los lagomorfos se dividen en conejos, liebres y pikas (más pequeños y menos conocidos, viven en las montañas de Rusia o el Tibet).

El conejo vive de 6 a10 años. Es un animal bastante silencioso, no tan rápido corriendo como la liebre, pero sí es un experto nadador.

El conejo salvaje, de color gris y más parecido a la liebre, vive en bosques y campos. Es muy prolífico y voraz y vive en madrigueras. Actualmente hay decenas de variedades de conejo domesticado, desde los populares conejos enanos hasta razas de mayor tamaño pero con características especiales como lo conejos de angora.

Su temperatura ideal es entre 10 y 18ºC, y cuidado a partir de los 28ºC, entonces es mejor resguardarlo en una zona más fresca

Descripción
Los conejos que más difundidos están como mascotas son las variedades miniaturas, como el Conejo Holandés Enano, que sólo alcanza los 20 cms, y tiende a pesar de 1 a 2 kilos de adultos.

También son muy apreciados el Conejo de Angora, precioso y cuyo pelaje requiere cepillados regulares para que se mantenga en buenas condiciones, y el Conejo Belier, famoso por tener las orejas caídas. Los holandeses son tal vez los más conocidos y preferidos por los niños.

Los conejos no distinguen los colores, pero tienen un campo de visión de más de 300º, gracias a sus ojos a ambos lados de la cabeza, de modo que pueden ver detrás de ellos.

Tienen la nariz en constante movimiento, unos bigotes son órganos táctiles y un olfato excelente.

Tiene un oído muy bueno, gracias a sus grandes y móviles orejas, que se mueven hacia los ruidos más pequeños. Con las orejas erguidas y la parte delantera del cuerpo hacia delante el conejo nos dice que está en una actitud receptiva y amistosa; con las orejas hacia atrás se muestra amenazante, y con la cabeza baja revela sumisión.

Su sentido del gusto es portentoso, ya que posee más papilas gustativas que el propio ser humano. Sus dientes son afilados y crecen constantemente.

La temperatura media interna de un conejo es superior a la del hombre: 39,4ºC

Costumbres
Son mansos por naturaleza y se hacen muy cariñosos si los acostumbramos, sin atemorizarlos ni ponerlos nerviosos. Se acostumbran a las caricias e incluso las buscan. Prefieren no sentarse encima de las personas sino más bien junto a ellas. Podemos incluso cortarles las uñas si no se desgastan suficientemente.

Se limpian y asean ellos solos, como los gatos, por lo que no es necesario bañarlos. Tampoco hace falta cepillarlos,a unque se puede hacer si al dueño y a la mascota les gusta, además suele ir bien porque se vuelven más mansos. Al conejo de Angora, en cambio, se le debe cepillar a diario.

Podemos llegar a domesticarlos fácilmente enseñándoles a hacer algunas cosas: ponerse de pie cuando se lo mandemos, saltar pequeñas vallas, venir cuando le llamemos. Nos sorprenderá la relación que podemos llegar a tener con un conejito bien educado.

El conejo marca su territorio y sus posesiones de dos maneras: con la orina o pasándose las patas delanteras por la barbilla para recoger una sustancia especial de las glándulas que posee en esa zona, y frotarlas luego sobre las hembras o las crías.

Algunos están educados para no orinar o defecar en el suelo, sino que aprenden a llegar hasta la jaula, donde tienen habilitada una caja con arena o viruta. Así se pueden mantener casi libres en una casa, y su jaula permanece limpia siempre.

Se aburren mucho y es indispensable sacarlos de la jaula frecuentemente, acariciarlos y dejarlos hacer mucho ejercicio en el suelo, con la precaución de que no haya dónde esconderse o con qué lastimarse. Sin embargo, tampoco debemos dejarlo suelto sin ningún tipo de supervisión ya que podría dañar los muebles, morder cables o causar cualquier tipo de accidente.
Siempre deben tener algo para roer. Es una ventaja para nuestra mutua convivencia que sus hábitos sean diurnos, a diferencia de otras especies, descansan y duermen por la noche.

Se asustan fácilmente, por lo que hay que cogerlos con cuidado. Si les hacemos daño, se pueden revolver violentamente y acabar dañándose la médula espinal. Una fuerte impresión o un estado de ansiedad pueden provocar un ataque al corazón a estas mascotas.

Una regla de oro es que nunca hay que cogerlos por las orejas, son cartílagos muy delicados que se pueden lastimar gravemente. Tampoco hay que cogerlos por la piel, porque es un tejido muy sensible, y se desprende fácilmente de la capa interna.
Si están muy nerviosos, lo mejor es agarrar la piel del cuello con una mano y sujetar las nalgas (del conejo) con la palma de la otra mano. También hay que tener cuidado con los ojos del amo y las patas del conejo, pues acostumbran a patear con fuerza si se asustan, tratando de escapar.

Para conejos más tranquilos, basta con pasar una mano bajo el pecho poniendo unos dedos entre las patas delanteras, y con la otra mano se le sujeta por detrás como antes. Entonces ya se puede apoyar sobre el pecho del amo. Esto es válido tanto para los adultos como para las crías.

Alojamiento
Los conejos viven bien en solitario, pero si queremos que este acompañado debemos tener presente que dos conejos machos juntos podrían pelearse por el territorio, mientras que dos hembras se llevan bien. Un macho y una hembra pueden tener gazapos cada 2 meses, y la hembra embarazada no tolera al macho. Resumiendo, lo mejor es tener un solo conejo o dos hembras. Otra posibilidad es que nuestro conejo conviva con otra especie. En este caso los cobayas son una buena elección. Suelen vivir juntos y en armonía, en especial si se trata de dos ejemplares jóvenes y esterilizados.

Existen diferentes estilos de alojamiento que varían desde jaulas de alambre hasta casitas de madera. Deben tener dos compartimentos: cuarto de estar, donde pondremos el alimento y los útiles para roer y un dormitorio o nido. El tamaño mínimo aproximado es de 60X60X40 cm. Evitaremos las bases de rejilla, procurando una superficie uniforme que cubriremos de lecho vegetal, como la paja o las virutas de madera.

Los conejos necesitan siempre una buena ventilación, estén en el exterior o en el interior. En los meses de verano se han de mantener las jaulas a la sombra, ya que no toleran bien el calor.
En invierno  se puede colocar un plástico alrededor de la jaula, dejando espacio en la base para ventilación. De ese modo se resguarda el interior de la humedad y de las fuertes corrientes de viento.

Los conejos gozarán de buena salud si tienen la conejera limpia y seca, por lo que habrá que limpiarla al menos una vez por semana. Si el conejo vive en el interior será necesario hacerlo más seguido para evitar el olor del amoníaco de la orina (los conejos orinan con mucha frecuencia).
Es mejor que los suelos sean lisos, y no de malla, que pueden crear rozaduras que luego se infectan. Las jaulas no han de presentar alambres rotos o bordes agudos, donde el conejo pudiera herirse. El suelo ha de estar impermeabilizado (poliuretano, por ejemplo) y con una capa de 5 cm de viruta de madera blanda o de aserrín.

Los recipientes de la comida y la bebida han de estar limpios. Es muy importante cambiar diariamente los alimentos sobrantes de la jaula, ya que si se humedecen pueden causar problemas. No conviene tener demasiadas cosas dentro, ya que acabarán estorbando, porque los conejos son animales grandes que se mueven rápidamente.

Alimentación
La base de la alimentación debe ser un alimento preparado de calidad, ya sea extrusionado o una mezcla de semillas. Podemos optar por dejar la comida a su disposición o bien por ofrecerle su ración dividida en dos tomas diarias, una por la mañana y otra al anochecer, siguiendo sus pautas naturales. En el caso que nuestro conejo tenga tendencia a comer en exceso, recurriremos a la segunda opción para prevenir problemas de sobre peso. Completaremos su dieta con otros alimentos como verduras, frutas y heno que procuraremos que tenga siempre a su disposición.

Entre las verduras y hortalizas que puede comer tenemos:
coles de bruselas, zanahoria, coliflor, apio, achicoria, col china, nabos, peras, guisantes, vainas de guisante, espinacas, pimiento verde, chirivías... La lechuga en grandes cantidades les puede ocasionar diarrea.
Es especialmente importante para el conejo darle las frutas y verduras lavadas y secas, porque tienen un aparato digestivo muy sensible, por lo que un exceso de verdura puede causarles indigestiones serias.
Por esta razón, cada alimento nuevo que le ofrezcamos deberá ser en pequeña cantidad, lavado y seco.
Un conejo gordo no es saludable, es tan peligroso sobrealimentarlo como hacerle pasar hambre.

Algunos recipientes de alimentos pueden ser fijados a la jaula, lo que le facilita al animal comer sin derramar. Otros también son prácticos, ya que los conejos pueden rascarlos y volcar el alimento fuera de ellos sin esfuerzo, facilitando su limpieza el poder retirarlos.
No conviene comprar cantidades excesivas de comida, porque sus ingredientes comenzarán a perder valor nutritivo.
Existen suplementos para completar la dieta, en algunos casos para combatir enfermedades previa consulta con el veterinario: avena, cebada, trigo, aceite de germen, vitaminas, minerales para el agua, semillas de girasol, sulfaquinoxalina, terramicina, ácido bórico, complementos de calcio, ruedas de sal, bloques de minerales, vitaminas en el agua...
Siempre han de tener cerca agua limpia y fresca en abundancia, en recipientes que no puedan volcar. El agua es tan esencial para el conejo, que si dejase de beber sería síntoma de que no se encuentra bien.

Los conejos con coprófagos. Gran parte de la comida que ingieren sale de su cuerpo sin haberse aprovechado del todo. Por ello el conejo se come esos excrementos y aprovecha las vitaminas (sobre todo la B) y proteínas (sintetizadas por la microflora intestinal) que ha estado a punto de perder. A este proceso se le llama coprofagia, y sólo afecta a los excrementos blandos y claros. El resto no son comestibles.

Enfermedades
Los conejos son unos animales bastante resistentes, pero a veces también enferman, por lo que deberemos tener cuidado y mantener un plan de vacunación y desparasitación conforme con lo que indique el veterinario.

Cuanto más se conozca al conejo, más fácilmente se podrá detectar cualquier anormalidad. Hay que asegurarse de que beba agua, que coma su alimento, que no presente síntomas de diarrea, que no tenga piojos o pulgas, que no adelgace bruscamente, que no le aparezcan bultos en el mentón o el estómago...

Éstas son algunas de las enfermedades y dolencias más comunes en los conejos:

  • La Mixomatosis, su enfermedad más conocida, es un virus que se extiende mediante pulgas o mosquitos entre los conejos silvestres. El animal presenta los síntomas de un resfriado, está apático, pierde el apetito y adelgaza, y acaba muriendo después de 11 a 18 días. Se puede prevenir vacunando y controlando la pulga del conejo. Actualmente los conejos domésticos no suelen tener esta enfermedad.
  • Las bolas de pelo en el estómago son debidas a un exceso de aseo del conejo, que se va tragando sus pelos sueltos. Podemos ayudarle a eliminarlas con una dieta adecuada y un complemento de jalea de malta. En los casos más graves, puede ser preciso intervenirle quirúrgicamente.

  • El estreñimiento y la oclusión intestinal se solucionan con enemas y dieta adecuada.

  • La coccidiosis, causada por parásitos. En su forma intestinal causa una fuerte diarrea que puede llevar al animal a un estado de deshidratación que amenace su vida. Debe tratarse con el antiparasitario recomendado por el veterinario y extremar la higiene de la jaula.

  • Hay que verificar que los dientes estén firmes, con los incisivos superiores sobrepasando los inferiores. Los dientes del conejo siguen creciendo durante toda su vida, por lo que debemos asegurarnos que los desgastan adecuadamente y si no es así, el veterinario se encargará de cortarlos periódicamente. La maloclusión, también llamada diente de liebre o lobo, puede ser hereditaria o causada por heridas: los dientes opuestos no se enfrentan adecuadamente causando alargamiento o crecimiento encorvado, los dientes inferiores superan a los superiores y se tuercen...

  • Pasteurelosis: Es una enfermedad infecciosa de naturaleza bacteriana, que se manifiesta con estornudos, mucosidad y ruidos respiratorios. El mejor tratamiento es la vacunación preventiva.

  • Las llagas o úlceras se producen por contacto con pisos rugosos en la planta de las patas, pudiendo afectarse principalmente las traseras, y a veces las delanteras. El conejo se mueve nerviosamente buscando las partes más blandas de la jaula para sentarse; es muy difícil de tratar, hay que utilizar pomadas astringentes diariamente facilitándole superficies secas de apoyo.

  • Hemorragia vírica, es un enfermedad infecciosa que se transmite por las heces, por lo que afecta más a los animales que viven en grupo. Para prevenirla debemos vacunar según el calendario marcado por le veterinario.

  • El cuello torcido es producido por una infección bacteriana en la oreja interna. Asociado con enfermedades respiratorias superiores, presenta pérdida de equilibrio, tendencia a desplazarse en círculos y caída de la cabeza hacia un lado. Es imprescindible consultar cuanto antes con el veterinario, ya que la presencia de estos síntomas suele indicar un estado avanzado de la enfermedad. El tratamiento suele ser con antibióticos.

Reproducción y cría
Son sexualmente adultos a los 4-6 meses, no tienen época de celo, y pueden criar en cualquier época del año.

La fecundidad de la coneja es notoria y famosa. En un mismo año pueden tener varias camadas de 2 a 10 crías, siendo la media de 5. Hay una raza, llamada Estrella de Norfolk, que puede producir 100 crías al año. De todos modos, no se aconsejan más de 3 camadas para la salud de la hembra. Los conejos han causado plagas en países como Australia o Nueva Zelanda. Es algo que en nuestras casas se ha de controlar, porque los conejos necesitan más espacio que otros roedores.

Las conejas gestantes comienzan comiendo normalmente, pero se les ha de aumentar poco a poco el alimento hasta llegar al doble al final de la gestación, y al triple al final de la lactancia (6 a 8 semanas después de parir).
La gestación dura alrededor de un mes. Es frecuente la falsa gestación, que puede tener engañada a la coneja durante 2 semanas y media. Las conejas forran los nidos con pelo suave que se arrancan a sí mismas.
El parto suele ser por la noche y los conejos nacen ciegos y desvalidos, y con pelusilla en lugar de pelo. La madre lava a sus crías lamiéndolas y éstas rápidamente buscan sus pezones para empezar a mamar.
No hay que tocar nunca a las crías antes de que empiecen a salir del nido. La madre podría rechazarlas.
Después de la lactancia conviene separar a los machos para evitar peleas.

jueves, 7 de julio de 2011

Los snacks

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Ofrecerle snacks (con moderación) ayuda a crear los vínculos entre tú y tu animal.

Las golosinas o galletas pueden jugar un papel importante en todo tipo de aprendizaje. Al recompensar al perro con una golosina o una galleta cuando obedece a una orden tuya, aprende a asociar un buen comportamiento a una cosa agradable. Pero si le das demasiadas, su dieta alimentaria podría desequilibrarse y provocarle un aumento de peso.

Algunos snacks que se encuentran en los comercios ofrecen además un beneficio nutricional o un bienestar específico, como los snacks para masticar, que tienen una acción beneficiosa para los dientes.

Si le has dado golosinas durante el día, ten en cuenta reducir entonces la ración diaria en calorías de tu perro. Las indicaciones en el envase te ayudarán a calcular el número de snacks a darle y la frecuencia.

 

Los tipos de golosinas

Recompensas – más pequeñas, generalmente a base de carnes, destinadas sobre todo a recompensar un comportamiento positivo durante un aprendizaje.

Las golosinas – existe una amplia gama de deliciosas golosinas con gustos y sabores muy variados. Se las puedes dar a tu perro regularmente pero vigilando de no sobrepasar el 15% de su ración de comida diaria. .

Las galletas – pueden ofrecerse al perro como un snack. Hay que vigilar de no sobrepasar el 15% de su ración diaria de alimento.

Los huesos para masticar – ayudan al cuidado de los dientes de tu perro y a entretenerlo al mismo tiempo.

 

Los restos de la mesa

No es lo recomendable pero, si deseas hacerlo, al menos ten en cuenta que hay algunos alimentos a evitar: