lunes, 7 de marzo de 2011

Test de Campbell


A la hora elegir un cachorro como mascota, cada persona tiene unas expectativas que pueden ser muy dispares; mientras que algunos buscan un perro guardián otros desean un perro tranquilo que cuente con la paciencia necesaria para soportar horas y horas de juegos con los niños. Siendo así, la elección de un cachorro no puede basarse meramente en factores superfluos, necesitamos conocer el tipo de perro en que devendrá el pequeño animal que sostenemos por primera vez en nuestros brazos.

Para ayudarnos con esta tarea, el etólogo americano William Campbell desarrolló el test que recibe su nombre. Dicho test plantea una serie de pruebas al cachorro cuyo resultado nos ayudará a vislumbrar su futura personalidad siempre y cuando se realicen bajo las siguientes directrices: 

 - El cachorro debe tener una edad comprendida entre las 7 y las 10 semanas.
- El lugar donde se realice el test ha de ser un recinto de tamaño moderado y completamente libre de estímulos externos.
- El examinador no puede pertenecer al entorno afectivo del cachorro.
- Durante la duración del test, el examinador ha de permanecer impasible, sin premiar ni regañar al cachorro por ninguna de sus actuaciones en las distintas pruebas.

TEST DE CAMPBELL

1º Atracción social

Observamos la respuesta del animal cuando, tras depositarlo en el centro del recinto, el examinador se aleja unos pasos, se vuelve de cara hacia él y, en cuclillas, bate las palmas. 

 a) Acude enseguida, con el rabo levantado, y al llegar trata de mordisquear las manos del examinador.
b) Acude fácilmente, con el rabo levantado, y finalmente posa sus patas sobre las manos del examinador.
c) Acude fácilmente aunque con el rabo bajo.
d) Acude titubeando y con el rabo bajo.
e) No acude 

2º Aptitud para seguir al amo

La respuesta ofrecida por el cachorro a esta prueba nos indica su grado de independencia. En ella, el examinador se coloca al lado del animal y, asegurándose de que éste perciba su movimiento, comienza a andar. Entonces el cachorro: 
 a) Sigue al examinador de inmediato, con el rabo levantado, tratando de mordisquear sus pies.
b) Simplemente sigue al examinador, con el rabo en alto.
c) Inicia el movimiento enseguida pero mantiene su cola baja.
d) Inicia el movimiento de forma dubitativa, con la cola baja.
e) No acompaña al examinador: se queda quieto o inicia un movimiento distinto.

3º Aceptación de la contención

El examinador coloca al cachorro en el suelo boca arriba y lo mantiene así 30 segundos apoyando su mano sobre el pecho del animal. Según se trate de un cachorro luchador o sumiso su respuesta variará entre las siguientes: 
 a) Se resiste con fuerza y muerde.
b) Se resiste vigorosamente aunque sin morder.
c) Primero forcejea con el examinador para luego calmarse.
d) No opone resistencia e incluso lame las manos del examinador. 

4º Dominación social

Para realizar esta prueba el examinador se arrodilla al lado del perro y, suavemente, palmea la parte superior de su cráneo para luego bajar lentamente a lo largo de la columna vertebral y finalmente terminar acariciándolo a contrapelo. La duración de este proceso se fija en 30 segundos. La respuesta del cachorro puede ser: 
 a) Salta, gruñe y muerde.
b) Salta y patalea.
c) Se retuerce pero siguiendo y lamiendo las manos del examinador.
d) Se da la vuelta boca arriba y lame las manos del examinador.
e) Se queda quieto. 

5º Pérdida de control de la posición

La realización de esta prueba, también llamada de “dignidad”, el examinador entrecruza las manos bajo el tórax del cachorro y lo levanta hasta que sus patas dejan de tocar el suelo. Mantiene esta posición durante 30 segundos. El animal: 
 a) Lucha enérgicamente, gruñe y muerde.
b) Sólo lucha enérgicamente.
c) Al principio se resiste para luego calmarse y lamer las manos del examinador.
d) No se resiste y lame las manos del examinador. 

Análisis de Resultados
 - Dominante agresivo (“a”=2)? Este tipo de cachorros requieren una educación cuidadosa libre de castigos físicos que no harán más que aumentar su agresividad. No es conveniente su trato con niños, sin embargo, si se le trata de forma suave pero firme puede convertirse en un excelente perro guardián y defensivo.

- Dominante (“b” =3)? Tampoco es adecuado para una convivencia con niños. Ha de ser adiestrado con paciencia pero también con cierta firmeza para evitar que sus caprichos se impongan en su trato con las personas.

- Equilibrado (“c”=4) ? De carácter estable y maleable, adecuado para cualquier hogar.

- Sumiso (“d”=2 y “e”=1)? Sensible y cariñoso, requiere que se le infunda algo de confianza. Los castigos físicos pueden mermar su estima hasta el punto de acarrear problemas de incontinencia urinaria por lo que están desaconsejados. Adecuado para el trato con niños, sólo se mostrará agresivo si se encuentra acorralado y sin posibilidad de huida.

- Independiente (“e” =2) ? Cachorro de difícil educación, impredecible, puede volverse agresivo bajo castigo. Desaconsejado para la convivencia con niños.

- Cualquier otro resultado es inconcluyente. 

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